Leo en esta noticia del diario El País que el recorte de la brecha salarial se estanca por primera vez en cinco años. La noticia nos muestra cómo aún los hombres ganan 5000 euros más de media al año que las mujeres, siendo la diferencia de un 8% en el ámbito de las Administraciones Públicas, según denuncia el sindicato de centro-derecha CSIF (obviaremos en este post lo que suponen las políticas de centro-derecha para la desigualdad de género, pero no lo ignoramos).
La noticia apunta algunas de las causas que siguen provocando la falta de igualdad de género a niveles retributivos, siendo la temporalidad una de las más significativas. Centrándonos en nuestro ámbito laboral (las Administraciones Públicas) resulta terrible observar la continua violencia institucional a la que somos sometidos los empleados públicos, ya desde el proceso opositor, tratando de acceder a un puesto en la Administración: los plazos eternizados para resolver convocatorias que se prolongan durante años y la falta de transparencia sobre los mismos ahuyentan a muchas personas, entre ellas mujeres jóvenes que quieren formar una familia y no tan jóvenes que sufren la mayor carga de los cuidados en su entorno. Simplemente no se puede vivir tanto tiempo en situación de temporalidad e inestabilidad y las que suelen sufrir las consecuencias son ellas en mayor medida.
Por otro lado, el abuso de temporalidad en los empleos públicos, con mayor incidencia en las administraciones autonómicas y locales, incide en las mismas causas de abandono o retraso en el acceso al empleo público por parte de las mujeres. Esto repercute posteriormente en las oportunidades de promoción dentro de la Administración, que es lo que finalmente acaba ensanchando la brecha salarial entre unos y otras.
No parece que en el horizonte encontremos propuestas normativas que resulten esperanzadoras en este contexto: La Unión Europea ya nos ha tirado de las orejas por no remunerar el permiso parental de 8 semanas para el cuidado de menores de hasta 8 años, siendo las mujeres quienes se acogen en mayor medida al mismo. Además, la promesa de reducción de jornada laboral por parte del Gobierno de coalición se retrasa mínimo hasta 2025, con la Patronal en contra y el Partido Popular proponiendo redistribuir la jornada sin reducir las horas. Cómo cambiarían las cosas si los legisladores de derechas tuvieran que lavarse sus propias sábanas.
La última ocurrencia del PP ha sido prometer la eliminación de la obligatoriedad de acogerse al permiso de maternidad y paternidad en las seis semanas posteriores al parto. Teniendo en cuenta que las que paren son ellas (a excepción de los hombres trans), ¿quiénes creemos que acabarán volviendo más pronto a sus puestos de trabajo y reiniciarán su carrera laboral con vistas a posibles mejoras futuras?
Fon Efe O Ene
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