Hoy me gustaría hablar de las políticas desarrolladas en
torno al barrio de El Almendral, en el centro histórico de la ciudad de Jaén. Una
de las principales políticas públicas desplegadas por las administraciones
municipal (Ayuntamiento) y autonómica (Junta de Andalucía) orientadas hacia la
igualdad de género son los distintos planes de Igualdad aprobados desde 2020.
Estos planes tienen como objetivo general promover la igualdad efectiva entre
mujeres y hombres en la vida social, económica y política del territorio,
poniendo especial énfasis en la erradicación de la discriminación de género en
el ámbito local.
Estas políticas se enmarcan en un contexto más amplio de
iniciativas autonómicas y municipales que buscan la transformación social y la
mejora de las condiciones de vida en zonas urbanas vulnerables como El
Almendral. Este barrio se caracteriza por altas tasas de desempleo, factor que
incide especialmente en la situación de las mujeres, enfrentándose muchas de ellas
a una doble discriminación: por su condición de género y por su pertenencia a
un entorno socioeconómico desfavorecido.
De estos planes han derivado políticas de intervención
social integral que se despliegan a través de una serie de programas que
incluyen talleres de formación, capacitaciones para el empleo, campañas de
sensibilización y proyectos de empoderamiento femenino. La mayoría de ellos
articulados a través de la Asociación de Vecinos El Olmo.
Análisis de la Política Pública
Roles
Una de las principales áreas de intervención de estos planes
es la transformación de los roles tradicionales de género, buscando reducir la
desigualdad estructural que perpetúa los roles de género, donde las mujeres han
sido históricamente relegadas a tareas domésticas y de cuidado. La medida
estrella ha consistido en la transformación estética del barrio, permitiendo a
los vecinos y vecinas participar activamente en la pintada de murales artísticos
y la colocación de macetas decorativas. Destacan, por su fuerza visual y
política, las escaleras violeta contra la violencia de género.
Además, se han creado cursos específicos de formación para
mujeres para proporcionarles nuevas oportunidades profesionales y reducir su
dependencia económica de los hombres.
Recursos
Es una de las patas que más cojean de estos planes. Las
vecinas de El Almendral han tirado de creatividad para aplicar muchas de las iniciativas
en materia de Igualdad, si bien el Ayuntamiento de Jaén ha sido parte activa y
financiadora de algunos de los talleres impartidos.
Representación
Otro aspecto fundamental de estos planes es la promoción de
la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones tanto en
el ámbito comunitario como en el político. La propia asociación El Olmo está
presidida por una mujer y la participación en la misma es bastante horizontal y
mayoritariamente femenina.
Se ha dado visibilidad a mujeres artistas locales, habiendo
premiado el Ayuntamiento a Mónica Gómez Martínez por sus trabajos en los muros
del barrio.
Impacto y Resultados de la Política Pública
El impacto de estas políticas públicas en el barrio de El
Almendral ha sido significativo en varios aspectos, aunque todavía está en una
fase de evaluación en muchos casos. Sin embargo, algunos de los resultados
observados hasta ahora incluyen una mayor participación de las mujeres en
actividades comunitarias y una mejora en su autoestima y confianza para asumir
roles de liderazgo.
En términos de representación, las mujeres ahora participan
de manera más activa en las juntas vecinales y comités de decisión, lo que ha
contribuido a que las políticas locales tengan en cuenta sus necesidades y
perspectivas. Esto ha fortalecido el tejido social del barrio, promoviendo una
mayor cohesión comunitaria y equidad de género.
Puntos Fuertes y Debilidades de la Política Pública
Uno de los principales puntos fuertes de estas políticas
públicas es su enfoque integral. Al abordar varias dimensiones de la
desigualdad de género de manera simultánea, desde la redistribución de roles
hasta el acceso a recursos y la representación, los planes tienen un impacto
multifacético en la vida de las mujeres en los barrios.
Otro aspecto positivo es la colaboración entre diferentes
instituciones, lo que ha permitido una mayor coordinación de esfuerzos y una
mejor utilización de los recursos disponibles. La participación activa de las
asociaciones locales también ha sido clave para lograr una intervención más
cercana y contextualizada a las necesidades de los barrios.
Sin embargo, los planes enfrentan algunas debilidades que
deben ser abordadas. En primer lugar, el acceso a los programas puede ser
limitado para aquellas mujeres que, por sus responsabilidades de cuidado o su
situación de vulnerabilidad, no pueden participar activamente en los talleres o
capacitaciones. Sería necesario ofrecer más apoyos, como servicios de cuidado públicos,
para permitir una mayor participación.
Además, aunque las políticas tienen un enfoque integral, la
duración de algunos programas puede ser insuficiente para generar cambios
sostenibles en el tiempo. El acceso continuo a oportunidades de empleo y la
renovación de los apoyos financieros son aspectos que necesitan ser revisados para
garantizar el éxito a largo plazo de estos planes.
Fon Efe o Ene